Por ese motivo el color de las aguas y la nitidez. Aguas de deshielo, sobre un mando te pradera recién florecida por la primavera... “la fresa del postre”. Le da la coloración de ese “lecho lacustre tan poco usual”. La visibilidad es impresionante, aún en las zonas más bajas, que pueden rondar los 30 m de profundidad.

La luz del sol casi llega al fondo, lo que lo hace excelente para la práctica del buceo.  Por supuesto, conforme van subiendo las temperaturas, animando a la gente a realizar deportes como remo, pesca, etc.Aunque sigo pensando que nadar plácidamente en bañador... no es muy buena idea.  Pero sí se tiene en cuenta para pasar unos días maravillosos, haciendo senderismo, recreándose la vista con los imponentes paisajes circundantes, turismo de aventura, módico, ya que disponen del cada vez más popular turismo rural, con ofertas muy interesantes para conocer la región y degustar las delicias gastronómicas, en unas encantadoras casa rurales que atienden tanto en verano como en invierno.

Toda época es magnífica para disfrutar de la belleza de Austria. Les dejo con estas imágenes y un vídeo, que será la delicia de los sentidos, junto con un dato interesante sobre ese fenómeno natural que nos confirma que tenemos un planeta maravilloso y sorprendente.